El Museo de Huesca muestra el Tapiz de La Virgen con Niño y San Vicente procedente de la antigua Catedral de Roda de Isábena. La pieza fue robada en 1979 por Erik el Belga y ha sido recuperada por las autoridades españolas.

Tras un período de análisis en el Instituto de Patrimonio Cultural de España, la obra ha sido depositada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en el Museo de Huesca, donde se ha instalado para su presentación al público en la sala que acoge las obras de época renacentista.

Para su correcta exposición, se ha renovado la sala, atendiendo a las condiciones de este tejido, que requiere una iluminación adecuada que no dañe el material y un soporte específico para su presentación. Así mismo, se ha modificado el discurso expositivo hacia un planteamiento más sencillo y coherente para el visitante y se ha llevado a cabo un trabajo de revisión de textos y cartelas de sala.

Tapiz de la Virgen, el Niño y San Vicente. Taller de Quintín Metsys. Primer tercio s. XVI. NIG 11563. Foto: Fernando Alvira Lizano. Museo de Huesca.

Tapiz de la Virgen, el Niño y San Vicente. Taller de Quintín Metsys. Primer tercio s. XVI. NIG 11563. © Foto Fernando Alvira. Museo de Huesca

Se trata de una obra tejida con hilos de lana y seda de diferentes colores, probablemente realizado en telar de alto lizo. Data de la primera mitad del siglo XVI, con una probable atribución a Quintin Metsys o su taller. El tapiz, procedente de Países Bajos, se diseñaría como frontal de altar respondiendo a la tipología tapiz-retablo.

La representación evoca un tríptico dividido en tres casas enmarcadas por arcos y separadas mediante pilastras. La iconografía tradicional es la siguiente: en el centro se representa la Virgen con el Niño frente a San Vicente, vestido de diácono y con la rueda que simboliza su martirio. En las casas laterales aparece San Ramón, identificado por una inscripción en el intradós del arco, y San Valero. Sin embargo, estudios recientes realizados por la conservadora del Museo Diocesano de Lérida, Carme Berlabé, aseveran que la tradición se confunde con San Ramón y se trataría realmente de San Erasmo de Formia, que aparece representado con el cabrestante en torno al cual están enrollados sus intestinos, como símbolo de su martirio. Así mismo, la inscripción con el nombre de San Ramón sería posterior a la época del tapiz.

En el tapiz se observan elementos de gusto italianizante como el fondo paisajístico cerrado por una cortina bordada, la decoración de las pilastras con motivos a candelieri y la orla que rodea toda la composición. Estos elementos italianizantes contrastan con otros de tradición flamenca, como el plegado de los paños.

Esta obra se realizaría por encargo de un donante –Don Pedro Agustín Albanell, prior de Roda de Isábena y obispo de Huesca- cuyas armas se representan en las enjutas de los arcos.

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