Al igual que en ediciones anteriores el Museo de Huesca se suma a la celebración del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia con el objetivo de dar visibilidad a múltiples aspectos de la situación que viven científicas e investigadoras, que van desde la percepción que tienen las niñas de la ciencia hasta las dificultades que pueden encontrar las mujeres para progresar en el entorno laboral científico.
En otras ocasiones hemos destacado el papel de científicas e investigadoras que colaboran de forma habitual en el museo desempeñando una labor esencial ya que su contribución permite, por ejemplo, estudiar atribuciones u otras referencias importantes acerca de las obras enriqueciendo el conocimiento de las mismas. Además, sus análisis y estudios mediante diversas metodologías, tanto en las dependencias del museo como en universidades y centros de investigación, favorecen la generación constante de conocimiento, ofreciendo nuevos datos y tesis sobre los bienes que conforman nuestras colecciones, así como sobre las dependencias históricas del edificio.
Esta vez, damos un paso más y miramos hacia el futuro, destacando la reciente colaboración de Amaia, una pequeña apasionada de la arqueología que este verano pudo venir acompañada por su madre Anna y su hermana Alba para hacernos entrega de un hallazgo arqueológico de gran interés. Como ya relatamos en su día, se trata de un hacha de piedra pulimentada posiblemente atribuible al contexto cultural neolítico que la pequeña Amaia encontró durante un paseo junto a su familia por la provincia de Huesca.
Hoy, queremos reiterar nuestro deseo de que la vocación y el interés por la arqueología y el patrimonio se mantenga en Amaia y agradecemos su contribución ya que con ella favorece el cumplimiento de nuestros objetivos como centro de referencia de la cultura de Huesca y su provincia, responsable de la conservación, investigación y difusión del patrimonio material que acoge.
¡Gracias Amaia!