Retrato de gran calidad que representa a un joven Valentín Carderera, impulsor y fundador del Museo de Huesca. Llevado a cabo por su amigo Federico de Madrazo y Küntz, uno de los pintores más influyentes del panorama artístico español del siglo XIX, célebre por sus representaciones de la aristocracia y de la alta burguesía emergente.

Representación individual de gran elegancia, con el efigiado de medio cuerpo ladeado y la cabeza girada en una actitud de movimiento típicamente romántica. Plasma su rostro, que emerge poderosamente sobre un fondo neutro, con gran detalle a través del dibujo minucioso y un pleno dominio del colorido.

En el ángulo superior derecho, se aprecian dos fechas: 1833 y 1879. Las notas de las “Agendas» personales de Federico de Madrazo proporcionan los siguientes datos: En su agenda de 1834, en el día 19 de octubre escribió «Retrato de Carderera en su casa«. En 1879, el 28 de diciembre anotó «Por la mañana he pintado en un retrato que hice a Carderera en 1835 y que no estaba concluido«. Esta serie de fechas permiten concretar las dos sesiones del retrato.

Valentín Carderera. Federico Madrazo. Óleo sobre lienzo.1833-1879. NIG. 00046. © Foto Fernando Alvira. Museo de Huesca.
Retrato de Valentín Carderera, Federico de Madrazo y Küntz, 1833-1879. NIG. 00046. © Foto Fernando Alvira. Museo de Huesca

VALENTÍN CARDERERA

Valentín CardereraSolano (Huesca, 1796 – Madrid, 1880) fue pintor, dibujante, coleccionista, historiador del arte, además de ejercer otras manifestaciones artísticas. Realizó estudios en su ciudad natal pasando después a estudiar pintura en Zaragoza con Buenaventura Salesa. En 1816, se trasladó a Madrid siendo alumno de Mariano Salvador Maella y José de Madrazo. Con este último y su familia, entabló una estrecha relación y particularmente con Federico de Madrazo y Küntz (hijo de José) con quien mantuvo una larga amistad, como se puede apreciar a través de la correspondencia mantenida entre ambos.

VALENTÍN CARDERERA Y LA FUNDACIÓN DEL MUSEO DE HUESCA

El punto de partida de la formación de la colección del Museo de Huesca, se sitúa en el mismo año de su creación, 1873, a raíz de la necesidad de albergar los fondos procedentes de las actuaciones de la Comisión Provincial de Monumentos de Huesca.

Sin embargo, el verdadero impulso para la creación del museo, vino de la mano de Valentín Carderera, que realizará sucesivas donaciones de gran parte de su colección particular. Entre ellas, las cuatro tablas procedentes del retablo mayor de la iglesia del Real Monasterio de Santa María de Sijena, el tríptico de La Virgen de la Rosa (perteneciente al taller de Robert Campin), la serie completa de Los Toros de Burdeos realizada por Francisco de Goya, o su propio retrato, nuestra Obra Destacada. Completaba la colección, la donación de cuatro carpetas de dibujos realizados por el propio Carderera.

Por último, dentro de esta colección fundacional se debe mencionar también el depósito de pinturas procedentes del extinto Museo de la Trinidad, y cuyas colecciones pasaron a formar parte de los fondos del Museo del Prado, así como de otras instituciones. En el Museo de Huesca, se depositan mediante Orden de 03 de febrero de 1879, un total de trece pinturas de autores como Mateo Giralte, Ángelo Nardi o Juan de Pareja.

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