Chaves: el expolio de un referente, la memoria de un museo

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Estos días hablamos de Chaves y nuestra mente se llena de palabras como expolio, destrucción, delito, indignación… Durante tres días, arqueólogos, profesores universitarios, personal de la administración y de los museos nos hemos visto compartiendo sala con el acusado que se enfrenta a una pena de más de dos años de cárcel y una indemnización que podría alcanzar los 50 millones de euros, por la destrucción de la cueva de Chaves.

Durante tres días, hemos asistido a un juicio duro, en el que acusado y defensa han pretendido poner en duda, lamentablemente, la importancia de la cueva, la relevancia de los materiales hallados, la gestión del Gobierno de Aragón y la figura de Vicente Baldellou, ex director del Museo de Huesca y director de las excavaciones en Chaves. Dichas afirmaciones se han nutrido de una estrategia cuyo objetivo reside en desprestigiar tanto el yacimiento como las personas vinculadas a él.

La historia de Chaves

La historia de Chaves se une al Museo de Huesca en 1974, cuando Vicente Baldellou conoce la cueva y realiza los primeros sondeos. En ese momento, nace una historia que unirá, durante toda una vida, este lugar con nuestro Museo y el que fuera su director durante cuarenta años. Solo conociendo y valorando este yacimiento, se puede entender la pasión que despertó durante tantos años en Baldellou, recién llegado a Huesca, especialista en neolítico, que descubre la joya del neolítico en nuestro país y la convierte en la investigación de su vida.

A raíz de los primeros sondeos, se llevaría a cabo una excavación sistemática entre 1984 y 2007 de los niveles neolíticos. Entre 1984 y 1998, se uniría a la dirección de las excavaciones la catedrática de Prehistoria Pilar Utrilla que se centraría en los niveles paleolíticos. Como resultado de estos trabajos, se excavaron 104 metros cuadrados, una mínima parte teniendo en cuenta los 3.000 metros de ocupación neolítica. El Museo de Huesca dedica gran parte de su primera sala a los materiales procedentes de este yacimiento y atiende, en la actualidad, a los investigadores que están llevando a cabo cinco tesis doctorales relacionadas con él. La cueva de Chaves es reconocida a nivel internacional, la riqueza de materiales y estructuras la hacen única y su legado científico es excepcional.

La destrucción

Sin embargo, este testimonio de nuestro pasado ha quedado arrasado. La ubicación de la cueva, en un coto privado de caza, la ha llevado a su pérdida. Se acusa al propietario de la finca de delito contra el patrimonio. En estos años, se han roturado terrenos, construido pistas forestales, represas y un embalse de agua sin permiso. Se le acusa de entrar con maquinaria de gran tonelaje a la cueva, sin permiso, para retirar los grandes bloques caídos del techo que protegían y sellaban los niveles arqueológicos, llevándose consigo 2.247 metros cúbicos de sedimentos, viéndose gravemente afectados los niveles arqueológicos. Esta pérdida ha sido valorada y defendida por peritos y especialistas que asistieron a la vista oral.

La destrucción ha quedado demostrada, la acusación por parte del Ministerio Fiscal, Apudepa, Ecologistas en Acción y Gobierno de Aragón ha presentado pruebas indudables del destrozo causado. Así mismo, especialistas del ámbito universitario y de los museos han coincidido en declarar la importancia y excepcionalidad del yacimiento; así como la profesionalidad, capacidad y entrega de Vicente Baldellou sobradamente demostrada.

Vicente Baldellou fue testigo del horror en 2009, cuando se acercaba de visita a Chaves con otro investigador. Los compañeros del Museo de Huesca recibieron la noticia de boca de su director. “Se ha privado a la sociedad de conocer cómo vivía la gente del Neolítico. Se ha perdido más que si quedaran destruidas las ruinas de Pompeya” declaraba Baldellou en 2012 en la instrucción del caso.

El juicio por la destrucción de la cueva de Chaves ha finalizado y el juez dictará sentencia próximamente. Confiamos en que se haga justicia y, mientras tanto, asumimos con tristeza que una página de nuestra historia se ha borrado. La sociedad acusará una pérdida irreparable. Desde el Museo de Huesca, nos unimos al dolor por este crimen y reiteramos, una vez más, nuestro agradecimiento a Vicente Baldellou por su entrega a Chaves y la enorme pasión que llevó a su puesta en valor, conocimiento y difusión. Director e investigación forman parte de la memoria de este museo, las salas de prehistoria así lo demuestran y compañeros y especialistas siempre defenderán esta realidad tangible y clara.

Gracias a todos los profesionales, investigadores, arqueólogos y amigos que durante estos días habéis apoyado la causa de Chaves. Gracias, Vicente, por Chaves.

 

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