En la Vitrina destacada del Museo de Huesca se expone la representación de un pequeño toro de cronología íbero-romana. Esta pieza apareció en el término municipal de Castillonroy, en la Comarca de la Litera (Huesca).
Se trata de una figura en bronce y realizada a molde, con la técnica de la cera perdida. De formas tendentes a la esquematización, representa un toro erguido en su pedestal con patas y cuerpo afinado, cuello robusto y cabeza proporcionada con el hocico entreabierto. Destaca el excepcional estado de conservación de la pieza en la que sólo se observa la pequeña pérdida de material en uno de sus cuernos.
El toro, en las culturas antiguas, cuenta con un carácter sacro y como tal está asociado al mundo de ultratumba con la función de proteger a los difuntos en el más allá. También simboliza el poder animal, la fecundidad y la fertilidad, asociándose a un elemento de prosperidad en una sociedad agrícola ligada a los ciclos estacionales.
Esta figurilla que ahora podemos disfrutar pertenece a la colección estable del Museo de Huesca desde 2019, gracias a la donación del Centro de Estudios Literanos a través de don Juan Rovira Marsal, presidente de dicha institución.