A lo largo de su carrera artística Carderera demostró un especial interés a todo lo que rodeaba al mundo femenino. Ejemplo de ello son sus dibujos de damas de la época y el detallismo con el que plasmaba tanto la indumentaria como la joyería en las retratadas, como podemos apreciar en sus damas pintadas en acuarela sobre papel.
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Mención especial merece la figura de la Princesa Doria Pamphili, a quien le dedica los primeros registros del listado de «Grandes retratos que me acuerdo de haber hecho en Roma». La familia Carderera conserva tres de esos retratos. Uno de ellos, un boceto realizado al óleo sobre papel procedente de la colección de Fernando Carderera, ha sido donado al Museo, con motivo de la exposición celebrada para conmemorar el 150 aniversario de la creación de nuestra institución: La salvaguarda del patrimonio. Valentín Carderera y la fundación del Museo de Huesca.
En este boceto aparece representada la princesa, de medio cuerpo, ligeramente ladeado hacia su derecha y mirando directamente al espectador. Vestida en tonos granates y turbante a juego, aparece peinada con bucles a ambos lados de las sienes. Sobre su cabeza, una tiara que hace juego con los grandes pendientes que porta, que además hace juego con el broche de piedras verde que decora el turbante.
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Sin embargo, este aprecio por el detalle, no sólo se plasma en los retratos de los personajes que, de un modo u otro formaron parte de su círculo social, sino también en su interés por las tradiciones y la indumentaria popular. Dos ejemplos nos ayudan a comprender este afecto por la tradición y el estudio exhaustivo que realizaba de todo aquello que plasmaba en sus apuntes.
Por un lado, la idealización plasmada en el retrato de la fundadora del Real Monasterio de Sijena, Doña Sancha de Castilla, copia de un retrato actualmente perdido y que se encontraba en el monasterio, el cual visitó y del que dejó información muy valiosa tanto de la arquitectura como de las obras que en él se guardaban; y por otro, el detallismo que podemos contemplar en la Ventana de Barbastro, un compendio de los gustos y sensibilidad artística de Carderera. En este lienzo podemos apreciar el minucioso estudio de la ventana de yesería gótica (ventana que copió de una casa de Barbastro) con la plasmación de los trajes tradicionales en tres figuras femeninas en tres edades diferentes de la vida.
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