Los Museos, como agentes de creación cultural debemos contribuir con nuestro trabajo a crear sociedades más justas y cohesionadas. Desde nuestra posición privilegiada como sancionadores de la cultura, tenemos una gran responsabilidad con los discursos que construimos. De ahí que sea imprescindible sumarnos a iniciativas como la que nos ocupa, la celebración del Día Internacional de las Mujeres 2017.
Las mujeres aún somos casi invisibles dentro de los museos, no estamos presentes ni como sujetos del arte, es decir como artistas, algunos autores hablan de que solo del 8% al 15% de obra expuesta corresponde a obra realizada por mujeres, ni como sujetos del discurso histórico, la historia parece ser solo cosa de hombres y quedamos reducidas a objetos de lo artístico, inmóviles, sin casi nada que decir.
Sin embargo, somos las que visitamos mayoritariamente los museos, según el Laboratorio permanente de público de museos del Ministerio de Cultura ya que suponemos el 52,6% en los datos de 2009 y en las facultades de Bellas Artes, las estudiantes femeninas superan el 70%, a pesar de esto, solo 2 mujeres han sido galardonadas con el mayor premio a las artes plásticas iberoamericanas, el Premio Velázquez, de un total de 13 artistas premiados. En el Nacional de Artes Plásticas, convocado en 19 ocasiones, sólo 5 artistas mujeres han sido galardonadas[1]. En cuanto a las trabajadoras de los Museos, la mayoría del cuerpo de Conservadores de Museos al que se accede mayoritariamente por oposición, es femenino.
A la vista de las cifras solo nos queda el rescribir los discursos de los museos desde una óptica integral e integradora, para todos y con todos. De madres, a diosas y finalmente ciudadanas, el Museo de Huesca junto con otras instituciones culturales de la ciudad de Huesca, ponen luz sobre el papel crucial que la mujer ha tenido en cada momento histórico, relevancia que va vinculada al desarrollo de derechos y libertades legislativas.
Siempre hemos estado, sin ir más lejos el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Huesca tiene 134 referencias a mujeres en el siglo XII. Las hay con don y sin don, hay una reina, mujeres importantes y las de todos los días. Está Abolcazem con sus seis hijas, hay una madrastra, hay madres que deben dar permiso a sus hijos para donar tierras, viudas, casadas, solteras…
El Archivo Histórico Provincial de Huesca pone el foco en esta ocasión sobre las mujeres impresoras que, durante siglos, hacían constar la titularidad de las imprentas que regentaban con la fórmula «viuda de…» en vez de utilizar su nombre propio. Es un ejemplo más de la invisibilidad de las mujeres a lo largo de la historia.
En el Museo de Huesca de algunas de las que fueron solo tenemos su nombre, como Maurilia, abuela de Porciano (Sala 3, Roma del Museo de Huesca). Albergamos una sala con el nombre de una reina de Aragón, Doña Petronila, mujer de la que poco sabemos, más allá de que asumió su papel crucial como reina y madre de rey, una vez realizada su tarea, dar un heredero al reino de Aragón, buscó el retiro de la vida pública.
Propiciar el entendimiento y la justicia social debe convertirse en nuestra tarea fundamental, siempre bajo el gran amparo de la conservación del patrimonio cultural que albergamos. Esta nueva entrada en la web es un paso más para visibilizar a las mujeres de Huesca que fueron, somos y serán.
[1] Datos extraídos del artículo de LÓPEZ FERNÁNDEZ CAO, Marián «El pacto juramentado, o ¿dónde está Wally?» Revista M-arte y Cultura Visual.