En el Museo de Huesca se muestra el Tapiz de La Virgen con Niño y San Vicente, procedente de la antigua catedral de Roda de Isábena. La pieza fue robada en 1979 por Erik el Belga y fue recuperada por las autoridades españolas en 2012 tras ser localizado en EEUU.
Tras su recuperación la obra pasó a ser propiedad del Ministerio de Cultura quien, tras su restauración en el Instituto de Patrimonio Cultural de España, decidió su adscripción al Museo Arqueológico Nacional y éste su posterior depósito en el Museo de Huesca, museo de titularidad estatal cuya gestión fue transferida a la Comunidad Autónoma de Aragón.
La Ley de Patrimonio Histórico Español establece que corresponde a la Administración del Estado realizar los actos conducentes a la total recuperación de los bienes ilegalmente exportados, que pasan a ser propiedad del Estado con destino a un centro público, como es el caso.
En el Museo de Huesca se ha instalado para su muestra al público en la sala que acoge las obras de época renacentista. Para su correcta exposición, se ha adecuado la sala atendiendo a las condiciones específicas de este tejido, que requiere una iluminación tenue que no dañe el material y un soporte específico para su presentación.
Se trata de una obra tejida con hilos de lana y seda de diferentes colores, probablemente realizado en telar de alto lizo. Data de la primera mitad del siglo XVI, con una probable atribución a Quintín Metsys o su taller. El tapiz, procedente de Países Bajos, se diseñaría como frontal de altar respondiendo a la tipología del tapiz-retablo.
La representación evoca un tríptico dividido en tres casas enmarcadas por arcos y separadas mediante pilastras. La iconografía tradicional es la siguiente: en el centro se representa a la Virgen con el Niño frente a San Vicente, vestido de diácono y con la rueda que simboliza su martirio. En las casas laterales aparece San Ramón, identificado por una inscripción en el intradós del arco, y San Valero. Sin embargo, los estudios realizados por la conservadora del Museo Diocesano de Lérida, Carme Berlabé, aseveran que la tradición se confunde con San Ramón ya que se trataría realmente de San Erasmo de Formia, que aparece representado con el cabrestante en torno al cual están enrollados sus intestinos, como símbolo de su martirio. Asimismo, la inscripción con el nombre de San Ramón sería posterior a la época del tapiz en un intento de enlazar esta figura con el santo titular de la catedral de Roda de Isábena.
En el tapiz se observan elementos de gusto italianizante como el fondo paisajístico cerrado por una cortina bordada, la decoración de las pilastras con motivos a candelieri y la orla que rodea toda la composición. Estos elementos italianizantes contrastan con otros de tradición flamenca, como el plegado de los paños.
Esta obra se realizaría por encargo de un donante –Don Pedro Agustín Albanell, prior de Roda de Isábena y obispo de Huesca- cuyas armas se representan en las enjutas de los arcos.
Aixa Álvarez Almazán